Se acabó la transición. Aquella que volvió al fin es otra y todo empieza a tomar su lugar. ¿El lugar que siempre debieron ocupar las cosas? No se sabe hasta que todo vuelve a colapsar. La vida junto al mar ya no va más. Fue tan sólo un momento.
Se acabó la transición. Aquella que volvió al fin es otra y todo empieza a tomar su lugar. ¿El lugar que siempre debieron ocupar las cosas? No se sabe hasta que todo vuelve a colapsar. La vida junto al mar ya no va más. Fue tan sólo un momento.
El mar lo quiere todo
Como si todo no fuese más que una ofrenda de sal
Se apodera de lo vivido,
Me desprende de la memoria
y me envuelve con sus olas
Es el momento del adiós.
No volveré atrás
De mi compañero de ruta
hacia el centro del espíritu
me alejo hasta nuevo aviso o bien,
hasta que un viento marino me retorne
a perderme en su inmensidad.
El after
Burladas las barreras
Mitos y leyendas
5 am en el clandestino
no se esconde la pasión
De rezagados y adictos
Se trataba la canción
Todos están pedo
O buscan estarlo
Bailo sola y me pongo en pedo
Por lo mismo
No bailo con nadie
A todos les digo que no
Me empujan
Me corren
Yo sigo bailando
Como si a eso hubiera ido
Por eso me pongo en pedo
Unos se besan
Otros miran
la pista está llena
bailo con la pantalla
canto en voz alta
y me pongo en pedo
Bob canta que todo lo que realmente quiere hacer es ser amigo de su baby.
“All I really wanna do” canta en un gallinero.
Yo pienso que todo lo que quiero hacer es escribir, ver películas y pensar que algún día haré una.
Bob no quiere conocer a los padres ni a la parentela de su baby,
Tan sólo quiere hacerse amigo de su baby.
Yo quiero dejar de hacerme el amor antes de dormir
encontrar a un hombre bueno y bonito
Que me ame como solo un hombre puede amar
que tire como un animal
y me abrace con ternura entre las sábanas
Bob desea con sencillez
Yo quiero mi perfección
Bob quiere una amistad
Debo aprender a renunciar
Bob no quiere complicarse
no le gusta lo fácil y menos lo difícil
Fluye con sentido pero sin resistencia
Mejor ser como Bob
ponerlo todo en una canción
Una historia con ritmo y melodía
que se canta e inventa con el alma
Si yo fuera Bob, escribiría que alguien puede comer sin nunca preocuparse de engordar
Que los perros de la calle morirán en un hogar
Y que Bob si conquistá la amistad
Quiero fumar marihuana sin tener que pagar
Aprender a escribir poesía y al fin dejar de rimar
Renunciar a mi trabajo
Escribir para vivir y vivir para escribir
Tirar con amor
Vivir mis horas y lugares en todas las formas y colores
Bob, él si sabe como hacerla, cantándole a su baby
Tocándole a su baby, riéndole a su baby
La armónica levitante grita el soplido del judío errante
Mis dedos van y vienen por el tapiz de letras
aprieto guardar
y tiro los dados de mi voluntad
Busqué el lugar que domina el valle pero que nadie ve
Con barro y madera la edifiqué
Le puse árboles de coraza
Y así vi parida mi casa
Con cantos y flores
Seduje a un billón de abejas
A todos atacan menos a su ama
En ese entonces tenía ambiciones
Deseos e ilusiones
Vivía la vida que soñaba
Es seguro en la montaña
de eso no hay duda
Aquí nadie me puede mirar
Aquí nadie me puede juzgar
Tan segura como dura
Disfruté mi bucólico vivir
Pero ya se lo que es la soledad
Y me paso el día esperando que el sol caiga
Y me paso la noche buscando el amanecer
En la montaña nadie me obliga a nada
Porque aquí nadie me manda
Porque nada tengo que hacer
solo marcar los días en el calendario
Hace tiempo que ha dejado de llover
Ni una gota a la vista
menos un temporal
La tierra se ha comenzado a trizar
las raíces cultivadas
se secan
se desprenden
un tanto secas
pero vivas
me hablan de parajes fértiles
y en su árida agonía
se trepan a mi oído
murmurando
“Si en la montaña te quieres quedar,
en la montaña pronto morirás”.
En el día del señor volvió aparecer ante mis ojos
Si creyera en milagros y me arrodillara ante la cruz
El me vería y seríamos felices comiendo perdices
Pero me cago en la hostia de aquí a la eternidad
Tan solo un segundo basta para alimentar los gemidos de las noches venideras
Una enorme fábrica bañaba sus brazos de metal en el mar cuando lo vi al pasar
Estaba empapado en su traje de hule casi al anochecer
Grabe su imagen en mi mente y ahuyenté a las neuronas que ya me hablaban de otros seres
Escuché las letras de su nombre explotar desde mi boca hasta que rebotaron mudas cada una de ellas en las paredes de mi transporte
Me sentí loca, demente, en fin, caliente
Loca por gritar
Demente por volverme loca
y lo de caliente no requiere explicación cuando hay un desconocido que sólo te provoca lamerlo de norte a sur, de este a oeste y todo cuanto cuelgue
si hasta a sus cejas juraría no dejarlas libres de placer
Al final de mis días
Moriría en su pecho
Pero antes, un detalle bien grande y crucial,
nuestras miradas se tienen que encontrar
quizás es hora que me ponga a rezar.